Trabajo a distancia cada vez más cerca

Una reciente encuesta del Banco de España refleja un incremento de la modalidad de trabajo a distancia en un 80% de los encuestados, a consecuencia del Covid-19. Con anterioridad, en el año de 2019, tan solo un 4,8% de la población activa de España afirmaba trabajar habitualmente desde su hogar y el 3.5% de forma ocasional, según Eurostat.

Ante este entorno, algunas compañías, casi todas multinacionales tecnológicas, han comunicado a sus empleados que pueden trabajar en remoto de forma permanente, hasta que sea seguro volver a las oficinas. En muchas de esas empresas se llevan a cabo nuevas políticas para tratar de mejorar las condiciones de trabajo fuera de la oficina, sea por medio de herramientas tecnológicas, mobiliario de trabajo ergonómico y apoyo para la salud física y mental.

Pero, ¿cómo funciona el trabajo a distancia hoy en día? Diferentes estudios confirman que la gran mayoría trabaja desde su casa, otros desde su segunda residencia en el mismo país y, en algún caso, en un país distinto a aquel donde se encuentra radicada la empresa dónde ejercen su actividad.

Las modalidades de trabajo a distancia, como son espacios de coworking y coliving, han tenido un crecimiento positivo en los últimos años, con oficinas agradables basadas en el trabajo colaborativo, en las ciudades o en medios rurales, que cuentan con una gran oferta de infraestructuras profesionales y servicios asociados (ofertas well-being de gimnasios, masajes, talleres de yoga, homeschooling, espacios de reunión y comunidades especializadas). En este aspecto, algunos países ofrecen incentivos y condiciones atractivas para realizar el teletrabajo de larga duración, para atraer inversión.

Por otro lado, el nuevo entorno requiere nuevas soluciones y un marco legal adaptado a las demandas del mercado laboral, con más flexibilidad, responsabilidad y autonomía. Aunque muchas empresas tengan implementadas políticas de trabajo a distancia, muchas no cuentan con una regulación especifica. Con el objetivo de minimizar esas diferencias, surge la nueva normativa en España, el RDL 28/2020, con entrada en vigor el 13 de octubre de 2020. Para su correcta aplicación, se mencionan una serie de requisitos, como son: el carácter voluntario, tiempo de trabajo a distancia igual o superior al 30% de la jornada de trabajo y dotar los empleados de los medios y equipos necesarios.

El trabajo a distancia nos lleva a un crecimiento exponencial de la economía digital, como se refleja en el Plan España Digital 2025, debido a que el modelo tradicional necesita transformarse, no solo por el Coronavirus, sino porque lo exige la continua e inexorable evolución del mundo empresarial. Además, el aumento del teletrabajo llevará a cambios sin precedentes en la fuerza de trabajo y en la economía, ya que permitirá más flexibilidad, si son creadas las condiciones para ello tanto tecnológicas, como también de cada caso en particular.

Por todo ello, el futuro del teletrabajo estará en el concepto “work from anywhere” que reemplaza las políticas de “work from home”, además se fomentarán las soluciones híbridas (ni solo casa, ni solo oficina), debido a que los estudios apuntan, que en los próximos años se pueda trabajar desde casa, algunos días a la semana, y usar hubs, con configuraciones distintas a las oficinas actuales, para conectarse. En definitiva, las organizaciones van a buscar nuevas formas de organizar el trabajo y motivar remotamente a sus empleados, minimizando el impacto de la distancia y compartiendo valores basados en la confianza.